Un grupo de escolares de la institución educativa Florentino Portugal, en el distrito de Sabandía, vivió momentos de terror la tarde del jueves 23 de octubre, cuando fueron interceptados y amenazados por dos hombres en aparente estado de ebriedad. El hecho ocurrió alrededor de las 18:30 horas, cuando los adolescentes se retiraban de su colegio tras culminar la jornada escolar.
Según los adolescentes, los sujetos se les acercaron y comenzaron a insultarlos. En un momento, uno de ellos sacó un arma y la apuntó directamente a la cabeza de un estudiante.
“Pensé que me iba a disparar (…) solo cerré los ojos y corrí”, relató el menor de 14 años, afectado.
El pánico se apoderó del grupo, que huyó en distintas direcciones buscando ayuda. Minutos después, se alertó a la Policía del hecho, que llegó al lugar y logró detener a los agresores en la plaza del distrito.
Durante el registro, se comprobó que el arma utilizada era de fantasía. Los hombres fueron trasladados a la comisaría de Sabandía para las diligencias correspondientes y la identificación plena de ambos implicados.
Los pobladores manifestaron su indignación y exigieron mayor seguridad en la zona. Las autoridades iniciaron una investigación para determinar si los sujetos tienen antecedentes.
“En general nosotros sabemos que esta zona es tranquila, porque somos miembros de Codisec y ahí nos hacen los informes (…) Pedir a las autoridades que se hagan las rondas necesarias de serenazgo y la comisaría cuando salen nuestros estudiantes” señaló la directora de la institución educativa, Adela Llerena.
COLEGIO. Según la directora, el colegio alberga a 600 estudiantes en total, entre primaria y secundaria. Relata que, debido a la pequeña infraestructura, los estudiantes realizan sus clases en horarios distintos, siendo el horario de la mañana para los de primaria, y el de la tarde para los de secundaria.
Debido a esto, desde 2024 los padres de familia exigían a las autoridades la construcción de un segundo plantel, debido a las limitaciones que ofrecían las aulas de la institución y a la inseguridad que corrían sus hijos en el horario de la tarde. Sin embargo, hasta la fecha, la situación no ha cambiado.
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