Ángel Y. Q. fue condenado a cadena perpetua, tras ser hallado culpable del delito de violación sexual en agravio de su pequeña hija, cuando ella tenía 6 años de edad. La condena fue lograda por el Primer Despacho de la Tercera Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en Violencia Contra la Mujer y los Integrantes del Grupo Familiar de Arequipa.
Según las investigaciones, el investigado visitaba a su menor hija esporádicamente, ya que la pequeña no vivía con él desde que cumplió los 4 años. En esas circunstancias, cuando la menor tenía 6 años de edad y se encontraba en Orcopampa, provincia de Castilla, su progenitor empezó a realizarle tocamientos indebidos y abusó de ella.
Los actos se repitieron hasta que ella cumplió los 13 años de edad. El último abuso sucedió al interior de su inmueble, en el distrito de Cayma. La pequeña guardó silencio por temor a la reacción de su mamá, sin embargo, relató lo sufrido a la psicóloga de su institución educativa, quien comunicó el abuso a la madre de la menor. El imputado fue denunciado y detenido.
Durante el juicio, la Fiscal Adjunta Provincial Laidy Flor de Maria Jove Ruelas, sustentó que el agresor ultrajó sexualmente a la menor, con conocimiento, voluntad y aprovechando el vínculo de familiaridad de padre e hija. Entre las pruebas del agravio, se encontraba la declaración de la víctima y los efectos que dejó en su conducta, pues mostraba un comportamiento hipersexualizado desde que empezaron los abusos.
Los magistrados dictaron cadena perpetua para el imputado. La sentencia fue lograda por la Fiscal Provincial Cristal Velásquez Fernández, la Fiscal Adjunta Provincial Laidy Flor de María Jove Ruelas y el asistente en función fiscal, Héctor Herrera Aliaga.
Además del fallo, se ordenó el pago de S/20 000 a favor de la víctima. Asimismo, se dispuso que la pequeña acceda a los servicios de salud pública y sea evaluada por especialistas, para determinar las medidas necesarias y requeridas en su caso.
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