El presidente del Consejo de Ministros, Ernesto Álvarez, afirmó que se requiere un “tiempo prudencial” para que las estrategias implementadas en la lucha contra el crimen organizado comiencen a mostrar resultados. Explicó que, aunque los servicios de inteligencia ya actúan en distintas zonas del país, “esto no quiere decir que mañana ya no va a haber muertos o criminalidad”.
Álvarez advirtió que las mafias podrían intensificar sus ataques ante la presión del Estado. “Las mafias van a responder de una manera dura”, subrayó el premier, quien señaló que mientras más se les ajuste, “posiblemente haya más respuesta violenta”.
Las declaraciones se dieron tras el encuentro entre el presidente José Jerí y los gremios de transporte, realizado en los exteriores de la Plaza de Acho. El jefe del gabinete calificó la reunión como “un hito histórico en la democracia peruana” y destacó que permitió recoger demandas del sector sobre seguridad y formalización del transporte.
Durante el encuentro, el presidente Jerí anunció que el Gobierno ha mapeado una gran cantidad de bandas criminales y prepara un “contraataque” articulado con la Policía, las Fuerzas Armadas y la Unidad de Inteligencia Financiera. Adelantó que los resultados se darán a conocer de manera progresiva, sin afectar las operaciones en curso.
Como parte de las medidas, el Ejecutivo solicitará facultades legislativas al Congreso para legislar en materia de seguridad y transporte. El objetivo es cerrar brechas normativas y fortalecer la persecución de mafias vinculadas a la extorsión, sicariato y transporte informal.
Los gremios de transporte, por su parte, exigieron mayor control sobre las cuentas bancarias y líneas telefónicas usadas por extorsionadores. En respuesta, Álvarez reafirmó que el Gobierno mantendrá una estrategia gradual, basada en inteligencia operativa y cooperación interinstitucional, reiterando que “la lucha contra el crimen es una tarea de todos y no se ganará de la noche a la mañana”.
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