La destitución de Dina Boluarte por “incapacidad moral” encendió nuevamente la tensión política en Perú. La decisión del Congreso, aprobada con 122 votos a favor, se dio en medio de un clima de indignación ciudadana marcado por la inseguridad y la violencia. Según la analista internacional María Yessenia Ataucuri, la medida responde a intereses políticos y no a un verdadero sentido de justicia.
“La última gota que rebasó el vaso, que fue el atentado contra un grupo musical muy conocido en Perú, ya saben que ha salido de control de las manos del Congreso, toda la población está muy exacerbada”, señaló Ataucuri en entrevista con RT.
La especialista sostuvo que el Parlamento actuó para proteger su propia imagen. “Por ese motivo ya no hay vuelta atrás, necesitan sacar a un peón de ese juego, para poder limpiarse las manos, ya que las elecciones vienen en unos meses”, añadió.
Tras la vacancia, el presidente del Congreso, José Jerí, asumió el mando del país. “Pueblo peruano, hoy asumo con humildad la presidencia de la república por sucesión constitucional para instalar y dirigir un gobierno de transición, de empatía y de reconciliación nacional de amplia base”, declaró Jerí, quien gobernará hasta julio de 2026.
En paralelo, el expresidente Pedro Castillo, preso desde 2022, exigió ser restituido en el cargo. Sin embargo, Ataucuri consideró que eso no ocurrirá. “No es un buen peón para la oligarquía peruana, por eso es que han dado tanta larga a su prisión preventiva, que probablemente se extienda hasta el 2026 con un nuevo cambio de gobierno”, afirmó. “Veo muy difícil que Pedro Castillo sea restituido nuevamente”, concluyó.