El presidente José Jerí marcó el tono durante la ceremonia de la promulgación de ley señalando “Estamos entendiendo los pasos de los criminales”, fue la frase con la que el presidente ratificó su rúbrica en la norma que establece medidas extraordinarias contra los delitos de extorsión y sicariato en las empresas de transporte público y de mercancías.
“Esta es una de las (medidas) más importantes, que fue producto del diálogo de hace un par de semanas”, señaló Jerí, subrayando que la ley es fruto del consenso político, pero no suficiente por sí sola. El mandatario prometió que en los próximos días se oficializarán nuevas acciones complementarias.
El decreto publicado en El Peruano también dispone que las Fuerzas Armadas apoyen a la Policía Nacional en patrullajes en zonas críticas, como paraderos y estaciones de transporte, donde la violencia se ha recrudecido.
Sin embargo, mientras el presidente busca consolidar una imagen de firmeza, una polémica rodea su entorno más cercano. En cada desplazamiento oficial y aparición pública, una mujer acompaña al mandatario dentro del primer anillo de seguridad: Gina Gálvez, quien no pertenece al Ejecutivo ni ocupa cargo público, pero mantiene presencia constante junto a Jerí.
El programa dominical Panorama difundió documentos que evidencian una sentencia a nombre de Gina Gálvez, por negociación incompatible o aprovechamiento indebido del cargo, a cuatro años y ocho meses de prisión efectiva, cinco años de inhabilitación y pago de S/108 000 de reparación civi. La resolución judicial también precisa que “intervino de manera directa y personal en la contratación de siete personas de su entorno laboral anterior” cuando fue gerenta general del Gobierno Regional de Áncash.
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