La más reciente evaluación para ascensos en el sistema de justicia dejó un resultado que reaviva cuestionamientos internos: Alejandra Cárdenas, fiscal promovida y respaldada en su momento por Delia Espinoza, no logró aprobar el examen y quedó fuera del proceso. Apenas obtuvo 52 puntos, lejos del mínimo de 66.66 requerido para convertirse en jueza superior.
Cárdenas es recordada por intentar sustentar el pedido de suspensión contra Tomás Gálvez en etapa preliminar, una acción que no prosperó y que posteriormente fue seguida por su destitución. Aun así, se presentó como víctima de persecución, pese a su bajo rendimiento en la evaluación técnica.
La lista de desaprobados incluye a otros magistrados vinculados a casos sensibles, como Leodan Cristóbal, juez que revisa recursos en el proceso penal de Vladimir Cerrón y que se quedó a dos puntos del mínimo. Su caso, sin embargo, no generó tanta controversia como el de Cárdenas debido a su vínculo previo con la exfiscal de la Nación.
También quedó fuera Mónica Feria Flores, fiscal provincial que liberó a un agresor bajo el argumento de que no convivía con la víctima. Su nota, apenas 48 puntos, alimentó la preocupación sobre la preparación de quienes aspiran a escalar dentro del sistema.
Estos resultados han generado inquietud en la comunidad jurídica, que cuestiona la calidad de algunas promociones realizadas en gestiones anteriores, especialmente aquellas impulsadas por Espinoza, y alertan sobre la necesidad de elevar los estándares en los procesos de selección y evaluación.