La política y el escándalo vuelven a cruzarse en la vida de Betssy Chávez. La expresidenta del Consejo de Ministros y actual congresista suspendida ingresó nuevamente al penal anexo de Mujeres de Chorrillos, aunque esta vez no como interna, sino en calidad de abogada.
De acuerdo al registro penitenciario, Chávez llegó a las 14:15 horas del miercoles 11 de septimbre, para entrevistarse con dos reclusas: Yajaira Luz Santiago Ascencio y Astrid Valdivia Huamán, ambas sentenciadas por tráfico de drogas.
Lo que más ha llamado la atención es que Yajaira es señalada como la pareja sentimental de la expremier.
UNA VISTA CON HISTORIA La polémica no es nueva. Cuando Chávez estuvo recluida por su prisión preventiva tras el fallido golpe de Estado, solicitó un traslado no solo para ella, sino también para Yajaira y Astrid, argumentando que sus vidas corrían peligro.
En ese entonces, su abogado Raúl Noblecilla denunció amenazas por parte del Tren de Aragua y maltratos del personal penitenciario. Sin embargo, documentos a los que accedió el programa ContraCorriente y testimonios de otras internas revelaron otra versión: que el pedido respondía más a un lazo sentimental que a un riesgo real.
“En realidad, ella está haciendo todo esto porque tiene una pareja sentimental. Aquí las internas empezaron a hacer quejas por unas escenas demasiado cariñosas, obscenas. Hay que tener respeto”, declaró una de las reclusas.
¿LUCHA LEGAL O LUCHA POR AMOR? La presencia de Chávez en el penal reabre las sospechas sobre la naturaleza de su vínculo con Yajaira, a quien habría defendido no solo en términos jurídicos, sino también afectivos.
Ahora, la expremier regresa con un nuevo rol: ya no como procesada, sino como defensora legal. Sin embargo, el trasfondo de la visita alimenta el debate: ¿se trata de un caso de compromiso profesional o de una historia donde el amor se entrelaza con la política y la justicia?
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