El reciente informe presentado por la congresista Ruth Luque Ibarra reveló una preocupante realidad en las universidades del Cusco: más de 30 casos de hostigamiento y acoso sexual fueron registrados en la Universidad Nacional de San Antonio Abad del Cusco (Unsaac), la Universidad Andina del Cusco (UAC) y la Universidad Intercultural de Quillabamba (UNIQ).
El documento detalla deficiencias en los procesos de atención, investigación y sanción, lo que deja a muchas víctimas sin justicia ni protección real.
En la UAC reportaron 15 denuncias y solo cuatro concluyeron con la destitución de los agresores, mientras que la Unsaac registró 16 casos, aunque los propios estudiantes aseguran que la cifra sería mucho mayor. En la UNIQ, además del acoso, se denunciaron actos de discriminación y racismo hacia alumnos de comunidades indígenas y amazónicas, lo que agrava el ambiente de desigualdad en los espacios académicos.
“La falta de aplicación efectiva de los reglamentos y la rotación constante de autoridades generan desconfianza entre los estudiantes”, sostuvo la congresista Luque, quien anunció la propuesta de un Registro Nacional de Hostigadores Universitarios que impida la contratación o nombramiento de docentes o funcionarios sancionados por acoso.
El informe concluye que el sistema universitario carece de mecanismos sólidos para erradicar el acoso.
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