Marleny Arminta Valencia, ocupa el cargo de consejera regional por Arequipa, puesto en donde siente una grata satisfacción al mantener un contacto directo con la población, escuchando sus necesidades y buscando alternativas de solución. Está inmersa en la política hace más de 20 años y cuenta a Diario Viral sus experiencias.
¿Cuál es su perfil profesional?
Tengo dos maestrías, tres especialidades y un doctorado en Ciencias Empresariales. Mi formación me permitió trabajar gran parte de mi vida en auditoría, además de servir a la población a través del Ministerio de la Mujer, el Poder Judicial y programas tercerizados de la Contraloría. También participé en proyectos de proyección social como supervisora de beneficencias y fui perito contable judicial. En el ámbito privado me desempeñé como asesora financiera y gerente.
¿Cuándo nace su gusto por la política?
Desde muy joven tuve interés por la política. En el colegio y la universidad siempre cuestioné las órdenes injustas y buscaba respuestas. Estudié en el colegio Padre Damián, donde adquirí disciplina, lectura y ortografía. Llevo 20 años en política y fui una de las fundadoras del Movimiento Decide. Luego, como parte de Decide —que después se uniría al Frenatraca— conocí a Luis Cáceres Velásquez, quien reconoció mi empatía con la población e impulsó mi participación en listas políticas.
¿Cómo analiza su rol como consejera regional?
Ingresé como la primera consejera del movimiento Yo Arequipa. Desde el inicio ejercí un rol de fiscalización, siendo la primera en interpelar a la gerenta de Educación por hechos reportados en 2023, e impulsando también la interpelación del exgerente de Salud, Abraham Rodríguez.
Estas acciones contribuyeron a mejorar la gestión. Represento a la población de Arequipa con responsabilidad, control político y vocación de servicio; conozco sus necesidades y trabajo con expectativa y compromiso.
Desde su comisión de Salud ¿Cómo analiza el sector? Para mejorar los centros de salud es urgente concretar el saneamiento físico–legal y avanzar en la digitalización de las historias clínicas, muchas de las cuales hoy se deterioran por filtraciones, hongos o falta de espacios adecuados. Se espera que este año se implementen las historias clínicas digitales. También debe fortalecerse el manejo de residuos biocontaminantes. En el hospital Honorio Delgado incluso encontramos bolsas con filtraciones de sangre. Agradezco a las Fuerzas Armadas y la PNP, que cada 14 de noviembre donan sangre voluntariamente para pacientes con leucemia. Logramos abastecer al IREN Sur y al hospital citado.
¿Qué falta mejorar en educación?
Además de la fiscalización, es clave implementar adecuadamente las TIC: internet de banda ancha, capacitación docente y equipos para las instituciones. El principal problema es la mala conectividad. En zonas como Huarcaya (La Unión) la situación es crítica: en el albergue algunos niños deben dormir de tres en una sola cama.
¿Cómo tratar y ayudar a los grupos marginados?
Entre ellos están los mineros artesanales y de pequeña escala. Estoy en contra de la minería ilegal, pero defiendo la necesidad de formalizar a quienes desean trabajar correctamente. De 78 mil inscritos en el Reinfo, menos de 1800 han sido formalizados, lo que evidencia una mala administración. Somos un país minero y hay familias que solo buscan regularizarse. También están las personas LGTB, quienes merecen respeto, más allá de su identidad sexual.
Impulsamos una ordenanza para que se respete el nombre social de los jóvenes en entidades públicas. Asimismo, los deportistas electrónicos (e-sports) requieren apoyo, pues no se sienten representados y ni siquiera reciben respaldo para visas cuando deben competir.
¿Qué falta mejorar en el Congreso?
Deben mirar las encuestas y asumir con humildad su 3 % de aprobación. Muchas autoridades olvidan que fueron ciudadanos de a pie y dejan de atender los grandes problemas: inseguridad, falta de trabajo y deterioro de valores. La baja aprobación se debe al distanciamiento con la población y a intereses personales. El principio debe ser servir, y no servirse.