Las virtudes y los defectos son parte de nosotros; conocernos y saber cómo somos y aquello que tenemos que pulir nos ayudan a formar y forjar nuestro carácter. Según la doctora Rosa Rabbani, nuestro carácter está en constante desarrollo hasta el último momento de nuestros días y el cimiento de ellas son las virtudes. Hoy comparto contigo estrategias para tener mayor autoconocimiento y desarrollar nuestras virtudes.
Hablar el lenguaje de las virtudes, las palabras que utilizamos tienen un enorme poder para estimular o desmotivar.
Reconocer los momentos propicios para el aprendizaje, evitando criticar y ayudando a generar confianza para poder aprender de nuestros errores, en un espacio seguro.
Establecer límites claros, centrados en el respeto y la justicia, al tiempo que creamos un clima de paz y seguridad, esto ayuda a construir relaciones sanas.
Honrar el sentido de nuestras vidas, comienza con el respeto por la dignidad de cada persona y nos anima a tomarnos un tiempo para la reflexión, la reverencia, la belleza y el disfrute.
Ofrecer el arte del acompañamiento, identificar los momentos propicios para ayudar a que nuestros niños y niñas reflexionen sobre sus propias virtudes, ayudando a disminuir el dolor emocional, el enfado, el odio y los traumas. Ya sea dando tiempo, prestando atención o preguntando, ¿cuál sería la virtud que más te ayudaría en este momento?
Podemos construir nuestras virtudes y ayudar nuestros peques a hacerlo.
http://www.mipequeamalalectura.com/