Finalmente, un nuevo viaje de la presidenta Dina Boluarte fue aprobado por parte del Congreso de la república a los Estados Unidos. La mandataria participará en el Foro de Cooperación Económica Asia Pacífico (Apec) donde recibirá la presidencia pro tempore de este grupo de trabajo.
Sin embargo, esta vez la mandataria no la tuvo tan fácil. Fueron 48 legisladores que votaron en contra de esta propuesta. Uno de los principales argumentos es la inutilidad de las salidas al exterior, sobre todo porque los viajes anteriores no tuvieron resultados evidentes y, por el contrario, generaron indignación debido a que hubo improvisación al no cumplir con temas tan importantes como reunirse con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, como se anunciaba con bombos y platillos.
Lamentablemente, situaciones como las ocurridas con las salidas al exterior de la presidenta de la república no ayudan a sumar a la gestión del actual Gobierno. Ello influye directamente en el avance de todas las políticas, pues se cae en un descrédito que genera conflicto entre los diferentes poderes del Estado.
Nadie discute la importancia que nuestros gobernantes nos representen en el exterior. El tema pasa por la necesidad que todo esté debidamente planificado para cumplir los objetivos de las salidas al exterior: posicionar a nuestro país ante el exterior y garantizar vínculos con otros sectores que ayuden a nuestro país a salir de la crisis.
Ahora, Dina Boluarte alista maletas para un nuevo viaje y, por el bien de la estabilidad política, esperamos que existan las suficientes evidencias del éxito de sus reuniones. De lo contrario, tendrá encima a un Congreso cada vez más descontento con diversas políticas del Ejecutivo y con la necesidad de traerse abajo cualquier propuesta que apunte al desarrollo del país al sentirse burlado a nivel internacional.
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