La tranquilidad del feriado 8 de octubre fue interrumpida con la muerte de un turista neerlandés en el valle del Colca. Al parecer, se descompensó antes de iniciar un recorrido por la zona turística y perdió la vida mientras se le brindaba primeros auxilios.
Lamentablemente no se trata del primer caso de este tipo, pero llama la atención la necesidad que se tiene de contar con los suficientes medios para atender emergencias que pueden resultar fatales.
Recordemos -por ejemplo- que una visitante en la zona cusqueña de Sacsayhuamán también perdió la vida al descompensarse. Todo hace indicar que similar fue el panorama ocurrido con el turista neerlandés.
Ante este panorama cabe señalar que se debe tener el cuidado necesario con este tipo de emergencias. Con el incremento de visitantes y la aparición de más enfermedades, el riesgo de salud puede aumentar y si no se cuenta con el respaldo suficiente no se podrá salvar vidas de visitantes que puedan sentirse mal de salud.
Esperamos que en estos casos de personas que perdieron la vida mientras realizaban actividad turística sean investigados a profundidad y determinar responsabilidades.
Recordemos que se trata de la imagen del país que se encuentra en riesgo si es que no se aclaran las cosas para evitar malos entendidos. La premisa es que la población sepa que es seguro viajar a cualquier destino.
En caso haya algún problema de salud, se debe contar con las suficientes herramientas para ayudarlos y evitar más tragedias como la ocurrida en el Colca y anteriormente en Sacsayhuamán.