Apreciar el hermoso volcán Misti generó en algunos ciudadanos preocuparse, porque cada vez hay más invasiones acercándose a las faldas del macizo. En esos pequeños cerros que estaban libres de casitas, hoy se formaron asentamientos donde habitan personas que se apropiaron de terrenos peligrosos y esas familias con el paso del tiempo obligan a las autoridades a darles todos los saneamientos que les permitan tener calidad de vida en una zona de alto riesgo.
Arequipa cada día crece en desorden, la campiña que tenía un fin de sobreviviencia y cuidado del medio ambiente también es depredada para ser lotizada. Pero, en general hay desgobierno por culpa de las autoridades, desde los distritales, provinciales y el Gobierno Regional de Arequipa.
No existe ningún programa de vivienda que desarrolle alguna autoridad, nadie se preocupa en analizar qué terrenos eriazos tienen para ofrecerlos a las familias o personas que necesitan de una casa propia. El último programa de vivienda que ofreció el gobierno nacional fue en 1985 en Socabaya, luego cada quien construyó sus casas donde pudo.
Es lamentable que por ejemplo en los 18 sectores de Apipa, en el distrito de Cerro Colorado, tengan por lo menos dos décadas viviendo en medio del polvo sin agua ni desagüe. Pensar en pistas es un sueño para esas personas. Las familias decidieron buscar un lugar dónde vivir y encontraron esos terrenos, hoy Sedapar duda en ejecutar el proyecto de saneamiento para todos, porque viven en zonas tan lejanas a los límites para ofrecer agua. Existe un desorden que ni el PDM lo solucionará porque ese caos está en la cabeza de las autoridades que no analizan como un problema vital de Arequipa, la necesidad de tener vivienda de calidad.
El ciudadano sí puede pagar por su casa propia, solo falta un lugar dónde comprar lotes, lejos de los traficantes de terrenos.
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