La semana que termina hemos sido testigos de una serie de ‘movidas’ de todo tipo y calibre. Inscripciones, algunas sorpresivas y otras no tanto, se dieron en los padrones de los diversos partidos políticos. Todo ello, apuntando a las Elecciones Generales del 2026.
Y es que todo hace indicar que nuevamente tendremos un variopinto menú político en los próximos comicios. Tras cerrarse el plazo de afiliación a las agrupaciones políticas, según cronograma electoral, ya se perfilan los casos de candidatos de diferentes tendencias.
Sin embargo, como en la vida, en política nada es casualidad. Los últimos ejemplos abundan en cuanto a integrantes que, tras cambiar de tienda política, buscan algún cargo. En este caso, estamos casi seguros que los nuevos empadronados apuntan, al menos, a ser diputados y/o senadores, sabiendo que en el 2026 incrementará la cantidad de legisladores divididos en dos cámaras de representantes.
En el Congreso tampoco se salvan. En los últimos días vimos como se dieron renuncias y posteriores ingresos a bancadas legislativas. Los intereses se mueven de muchas maneras. Aquí también debemos dudar de las verdaderas intenciones de afiliación. Con lo visto en los casi tres años de gestión congresal, nuestro parlamento muchas veces prioriza sus intereses sobre las necesidades de la población que apunta a leyes más equitativas y beneficiosas para todos.
Veremos como se dan las cosas a partir de ahora. En el caso de las afiliaciones a los partidos, el plazo ya culminó y todo está consumado. En el caso del Congreso esperemos que no haya más sorpresas con los cambios de tienda política.
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