La ex primera dama del país, Eliane Karp, tuvo que viajar a Israel para que recién se acelere la burocracia que existe en las acciones de los operadores de la justicia peruana, y de manos del fiscal Rafael Vela se presentó formalmente el requerimiento de extradición activa y detención preventiva de la esposa de Alejandro Toledo.
La tardía reacción del Ministerio Público es lamentable, pues se conocía del proceso que se le sigue a Karp por el delito de lavado de activos en agravio del Estado y este pedido debió ser anticipado.
Que se cumpla el pedido de traerla a Perú, parece una tarea imposible, pues ella ahora vive en Israel, un país donde no permiten la extradición. Esperemos que la Fiscalía no demore en cristalizar su retorno a la nación, puesto que en el caso de Alejandro Toledo su proceso de extradición superó los seis años.
Si se preguntan por qué tanto se busca que encarcelen a la ex primera dama Eliane Karp, el hecho es que la Fiscalía tiene elementos de convicción que involucran al expresidente Toledo, Eliane Karp y a su madre, Eva Fernenburg, por comprar inmuebles y pagar hipotecas millonarias con dinero que habría provenido de una coima de 35 millones de dólares.
La empresa que ofreció tal monto de dinero es la brasileña Odebrecht. Según las investigaciones fiscales, Alejandro Toledo recibió el dinero a cambio de favorecer que ganen la licitación de los tramos II y III de la carretera Interoceánica.
Ante tales acusaciones y siendo específicos en el caso de Karp, la justicia peruana ordenó en el 2017 que tenga prisión preventiva de 18 meses por el caso Ecoteva, en el que también está involucrado su esposo Alejandro Toledo Manrique.
Sin embargo, la señora de Toledo, fue astuta, logró salir de EE. UU. al recuperar su pasaporte israelí, después que fuera extraditado el exmandatario.
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