Cuando llega julio todos nos llenamos de alegría de recordar nuestra independencia y festejar esa libertad que siempre buscamos, somos un país con gente trabajadora, humilde, con una historia de nuestros antepasados que siempre lucharon por salir adelante y herederos de un imperio que practicaba la moral como acto de buena convivencia, nuestro país necesita cantar ese himno nacional con convicción, librarnos de las cadenas que nos esclavizan como es la corrupción y mirar un nuevo horizonte lleno de esperanza que no exista odio, venganza, injusticia y violencia.
Necesitamos recuperar nuestra identidad nacional, valorar todo lo que tenemos, nuestras hermosas regiones que producen variedad de productos, una minería libre de contaminación, una educación que permita a nuestras futuras generaciones ser actores de los grandes cambios, recuperar la hermosura y pureza de nuestros ríos, valorar nuestro mar, la agricultura y a los agricultores, nuestra gastronomía que es la mejor del mundo, entre otros.
Al sentir en el pecho los colores rojo y blanco recordamos a nuestros héroes que dieron su vida por darnos libertad, para que seamos un país emergente, conservando su pluriculturalidad y respetándola, por ello no debemos permitir que nos quiten esa libertad que tanto costo, debemos ser siempre originales no dejándonos alienar por otras culturas que destrozan lo que costo construir, no solo se recuerda a la patria con desfiles y discursos falaces, o feriados largos, sino con hechos, las palabras se las lleva el viento, tenemos que construir una verdadera república, donde todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades, tener mejor atención de la salud, y disminuir los índices de pobreza.
Al sentir nuestro amor por el Perú este debe ser incondicional, y quienes tienen la oportunidad de representar a todos los ciudadanos deben ser verdaderos peruanos, líderes con capacidad de servicio y personas sabias y equilibradas que no busquen intereses personales sino el progreso en general. Todos debemos cantar “somos libres” en cuanto rompamos las cadenas especialmente de la corrupción y de los políticos, tenemos que asumir nuestra responsabilidad porque nosotros forjamos el futuro de nuestros niños y jóvenes, aprendamos y enseñemos amar lo nuestro y nunca permitir que nos quiten lo mas preciado que es la libertad, esa que nunca debemos dejar que la atropellen y ser siempre guardianes de nuestra nación, nuestro amor por la patria debe ser verdadero. El Perú no es de unos cuantos, es de todos nosotros, respetémoslo siempre y digamos con orgullo que “VIVA EL PERÚ”.