Con el silencio de la ex candidata presidencial Keiko Fujimori y un grupo de investigados continuó el proceso por el caso Cocteles. Se investiga a la lideresa de Fuerza Popular por haber recibido aportes ilícitos para sus campañas electorales utilizando como fachada la realización de actividades como reuniones empresariales.
Sin embargo, este silencio se suma al proceso de diversos personajes ligados al poder que deben atravesar por audiencias para determinar su vinculación con hechos de corrupción. Lamentablemente son horas y horas las que el Estado debe invertir para finalmente determinar la responsabilidad de cada uno de ellos en el ilícito.
Recordemos también que otros políticos se encuentran bajo investigaciones esperando el lento avance de la Justicia. En ese camino se requiere más celeridad en el proceso para determinar responsabilidades en actos tan criticables Como el pago de aportes ilícitos.
Sin embargo desde el banquillo apela a estrategias como el silencio para ganar tiempo y de esta manera dilatar el proceso de investigación. Este tipo de situaciones sólo afectan al país en la necesidad de lograr justicia frente a los problemas de corrupción que afectan a la clase política. Aunque no debería sorprendernos por que otros acusados también recurren a diversas medidas para evitar el alcance de la justicia
Bajo este escenario debemos preguntarnos si es que nuestro sistema de justicia o el Ministerio Público están avanzando de manera adecuada pues ya han pasado varios años y hasta el momento setienen muy pocos resultados en las investigaciones por los diversos aportes que hizo la empresa Odebrecht a nuestro país.
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