Con gran preocupación leo y escucho en algunos medios de comunicación (prensa y TV) de Lima y en redes sociales (Facebook y X-antes Twitter) que se difunden noticias falsas, exageradamente maliciosas y fabricadas con la única finalidad de desprestigiar y destruir al enemigo político.
Los fieles seguidores de Joseph Goebbels, canciller y ministro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich del gobierno de Hitler, han tomado como suyo su lema “miente...miente...que algo queda”, que fue muy efectiva en la Segunda Guerra Mundial. Goebbels conocido como buen orador, su profundo antisemitismo y su respaldo a una discriminación racial, que acabó dando lugar al genocidio de los judíos en el llamado Holocausto.
Estos aprendices de Goebbels provienen de las canteras caviares, de los comunistas, presuntamente financiados por Odebrecht, minería ilegal, políticos y grupos de poder económico, para desarrollar intensas campañas de desprestigio contra el rival, hasta destruirlos sin importar que tienen familia, padres, etc. El fin es lapidarlos políticamente.
Por ejemplo, con la llegada de los trenes que trajo el alcalde de Lima, Rafael López de Aliaga, en donación de Estados Unidos, se inició una feroz campaña, encabezada por el diario La República seguida por otros medios escritos, televisión y supuestos periodistas que tienen bloques en redes sociales, para deslegitimar este donativo. Primero fue la antigüedad de los trenes; luego que no pasarán por los puentes; después, que las rieles no están aptas (todos los días transitan trenes con mineral), y que están con los asientos rotos (se dice que una periodista de La República ingresó con cámaras, presuntamente para romper los asientos).
Respecto a la antigüedad. Los trenes donados tienen un uso de 40 años y están aptos para seguir funcionando. Los trenes usados en la Línea 1 de Lima llegaron de Milán con una antigüedad también de 40 años. Ingresaron en operaciones 25 años después y hoy operan normalmente.
Otro caso, luego que se conoció la noticia que la Junta Nacional de Justicia (JNJ) inició proceso administrativo contra la fiscal de la nación, Delia Espinoza, salieron los “sicarios mediáticos” para denunciar que el presidente de ese organismo, Dr. Gino Ríos, tiene una sentencia por violencia familiar, ¡emitidas hace 14 años!!. Lógicamente en afán de pedir su vacancia y salvar a la fiscal de esa investigación.
Con los escándalos de los trenes y del presidente de la JNJ, ha quedado al olvido el asesinato de José Miguel Castro, testigo clave en el caso de las presuntas coimas recibidas por la exalcaldesa Susana Villarán. La pericia policial informó que murió en su casa degollado con un corte muy profundo en el cuello. El presunto asesino cayó, pero no se informa de quién o quiénes pagaron a los sicarios para dar muerte al hombre de confianza de Villarán, al que recibió las coimas de Odebrecht y OAS.
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