El 8 de julio de 2019 el Tribunal Supremo de la justicia italiana ratificó la condena de prisión perpetua al expresidente peruano, Francisco Morales Bermúdez, por confabularse con gobernantes de 6 país en el asesinato de una veintena de ciudadanos Italo-latinoamericanos.
Pero ese expresidente, que fue actor en los golpes de estado a Belaunde y Velasco, sólo ilustra la cadena de sangre y desagracias que asechan a quienes ocupan el sillón de Pizarro.
Recordemos que nuestro primer presidente, José de la Riva Agüero, luego de sus 235 días de gobierno, fue apresado y cuando los soldados encargados de fusilarlo sacaban lustre a sus armas, el coronel Antonio Gutiérrez desobedeció la orden y lo desterró a Ecuador.
Este tema lo traigo a colación, porque todo indica que una tarea sustantiva del Congreso será aprobar una ley que confiera amnistía por adelantado a la presidenta Boluarte, para evitar que finalizado su mandato sea juzgada por delito de lesa humanidad, por la muerte de medio centenar de personas durante las violentas e ilegales protestas de diciembre 2022 y enero de 2023. Amnistía que alcanzaría a los militares y ministros vinculados a esas muertes.
Recordemos que a Fujimori lo condenaron por La Cantuta y Barrios Altos, bajo el sustento jurídico de ser el jefe de las Fuerzas Armadas. Con similar sustento, Boluarte recibiría una condena extensa. Suerte la de ella, pero no la de otros presidentes.
Fujimori, por ejemplo, mereció condena de 25 años, la cual quedó reducida a 16, gracias al indulto de Kuczynski, porque padecía de un cáncer terminal.
Alejandro Toledo escuchó su condena de 20 años y 6 meses, el 22 de octubre de 2024, como castigo por las coimas de Odebrech. A sus 79 años tiene cáncer y gran soledad emocional.
Ollanta Humala fue condenado a 15 años de prisión, el 15 de abril último, por ocultar ingresos en los años 2006 y 2011; y tiene otros 2 procesos en marcha.
A sus 87 años, Kuczynski soportó 1095 días de prisión domiciliaria y 56 meses de investigaciones judiciales, pero la justicia aún busca argumentos sólidos para condenarlo.
Martín Vizcarra, cumple hoy 7 días de prisión preventiva en Barbadillo, a la espera del fallo judicial, por recibir presuntas coimas cuando era gobernador de Moquegua.
Y Pedro Castillo está enfrentando la etapa final del juicio que se le sigue, por el fracasado golpe de estado del 7 de diciembre de 2022.
Preguntémonos, ¿cómo explicar que 9 de los últimos 13 presidentes, o fueron condenados o soportan procesos penales? Reflejarán, acaso, ¿las miserias valorativas del pueblo? ¿Cómo inculcar valores a toda la sociedad, para erradicar este récord de vergüenza y oprobio? La respuesta, tiene 9 letras; Educación.