La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) intervino otra financiera. Esta vez se trató de Credinka debido a un acelerado deterioro de su solvencia. Esta es la segunda entidad intervenida bajo esta modalidad que permite su absorción por otra organización solvente. Similar caso se produjo con la Caja Sullana hace tres meses.
De esta forma, la SBS continúa con la intervención de microfinancieras en las que se detectan anomalías. Sin embargo, pasan los años y los ahorristas perjudicados con el cierre de entidades no ven todavía sus ahorros recuperados. Esto debido a que se intervino cuando ya no había mucho que recuperar y lo demás ingresó a liquidación.
En el caso de Credinka y Caja Sullana la intervención llegó de manera anticipada. Aparentemente, la SBS está mejorando en la detección de entidades con problemas y procede en salvaguarda de los fondos de miles de ahorristas. Hasta ahí todo parece verse bien.
Sin embargo, poco se habla de los miles de ahorristas que aún no pueden ver su dinero tras varios años de cierres de financieras. En ese lado, todavía la SBS tiene mucho que explicar. Se necesita mucha más información y, lo más importante, acelerar las diligencias correspondientes para que los afectados puedan ver de nuevo sus ahorros que en su momento fueron depositados con la esperanza de tener un futuro mejor con la ganancia de intereses ofrecidos a tasas atractivas.
Seguramente la SBS seguirá interviniendo cooperativas y demás entidades afines. Sin embargo, esta labor debe estar acompañada de información clara, precisa y oportuna junto con una progresiva y más acelerada devolución de capital a los afectados.