Noviembre será un mes crítico para el Gobierno si es que no logra mover sus fichas de forma adecuada. Una de las principales pruebas de fuego será la reunión que sostendrá con los representantes de la misión de la Organización de Estados Americanos (OEA), que evaluará la situación del país ante los últimos hechos que afectan la coyuntura política.
Previo a ello, nuestro mandatario estará presente en el foro APEC a realizarse en Bangkok, Tailandia. Ahí deberá establecer mejores lazos con los países vecinos que todavía ven con desconfianza al Perú. Ello no resulta en un buen panorama si apuntamos a una mayor y mejor recuperación de los efectos de la crisis económica dejada por el impacto de la pandemia.
Esta situación también trajo algunos enfrentamientos con el Poder Legislativo. Había voces contra la posibilidad de darle autorización. Ahora Castillo Terrones deberá, literalmente, volar tras el foro internacional y estar presente en nuestro país para reunirse con la delegación internacional.
Esperemos resultados positivos de las diferentes reuniones a sostener con los enviados por la OEA. La premisa es que cuenten con un panorama claro de la situación del país y así se llegue a una conclusión y a fomentar una cultura del diálogo.
Esto es lo único que podrá sacar al país del hoyo en el cual se encuentra.
Recordemos también que en este mes se está revisando el presupuesto para el 2023 y de todos los sectores reclaman algún adicional. Con ello deberá campear el Gobierno para tratar de contentar a todos y que a su vez, todos empujen el mismo carro al desarrollo. Caso contrario, pasarán más años sin que el Perú se recupere.
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