El reciente proyecto de ley presentado por el congresista Luis Kamiche, que propone permitir únicamente a las mujeres trabajadoras el retiro del 100 % de su Compensación por Tiempo de Servicios (CTS), abre un intenso debate sobre equidad y políticas de género en el Perú. Si bien la medida busca abordar la brecha salarial y las desigualdades estructurales en el mercado laboral, también plantea interrogantes sobre su carácter excluyente, más aún cuando la crisis económica y la necesidad de liquidez afectan a trabajadores de ambos sexos.
Desde un punto de vista económico, la iniciativa no genera costos al Estado, ya que los fondos de la CTS son privados y de libre disponibilidad para los trabajadores bajo ciertas condiciones. Sin embargo, su impacto en la estabilidad financiera de los empleados a largo plazo es incierto. La CTS fue concebida como un seguro de desempleo, y su retiro indiscriminado podría afectar la protección futura de las trabajadoras beneficiadas. Además, establecer un acceso diferenciado por género podría generar tensiones en el ámbito laboral, especialmente en un contexto donde otros proyectos de ley buscan extender el retiro de la CTS de manera general.
Más allá de la intención de mitigar desigualdades, el Congreso debe evaluar medidas que beneficien a todos los trabajadores sin excluir a un sector por razones de género. En lugar de enfoques segmentados, sería más eficaz fortalecer políticas de equidad salarial, fiscalización de derechos laborales y apoyo a la empleabilidad femenina. Si el objetivo es cerrar brechas, la solución debe pasar por reformas estructurales, no por medidas paliativas que, aunque bien intencionadas, pueden generar nuevas formas de discriminación.
En el Congreso han presentado 12 proyectos de ley relacionados con el retiro de la CTS. La mayoría propone extender el acceso hasta el 31 de diciembre de 2026, algunos limitan el plazo hasta 2025. Un proyecto adicional plantea un esquema mixto con retiro del 50 % permanente y 100 % en casos de enfermedad grave.