En una nueva reconfiguración ministerial, la presidenta Dina Boluarte tomó juramento a tres nuevos titulares en carteras estratégicas: Justicia, Desarrollo e Inclusión Social, y Mujer y Poblaciones Vulnerables. El retorno de Juan José Santiváñez al Ministerio de Justicia ha generado especial controversia, dado que fue censurado por el Congreso por su gestión en Interior, marcada por la falta de resultados frente a la inseguridad ciudadana.
La alta rotación de ministros se ha convertido en una constante durante el gobierno de Boluarte. En menos de tres años, más de 60 cambios han sacudido el Gabinete, evidenciando una fragilidad política que impide consolidar equipos técnicos y políticas sostenibles. Esta volatilidad no solo afecta la gobernabilidad, sino que también debilita la confianza ciudadana en la capacidad del Estado para enfrentar los desafíos urgentes del país, como la inseguridad, la pobreza y la crisis institucional.
El caso de Santiváñez es emblemático. Tras su salida del Mininter, fue nombrado jefe de la Oficina General de Monitoreo Intergubernamental del Despacho Presidencial, manteniéndose en el círculo cercano de Boluarte. Su regreso al gabinete, en un momento en que se cuestiona la imparcialidad del sistema judicial, ha sido interpretado por diversos sectores como una maniobra para blindar a la mandataria frente a las investigaciones que enfrenta. Incluso, desde el Congreso ya se anuncia una moción de censura contra el premier Eduardo Arana por este retorno.
Veremos que tanto bien hacen estos cambios a la estabilidad política del país. No cabe duda que tenemos gobernantes que todavía tienen problemas para un manejo adecuado de la gestión.