El reciente proyecto de ley presentado por la bancada Somos Perú ha reabierto el debate sobre la reelección de alcaldes y gobernadores regionales. La propuesta busca modificar la Constitución para permitirles un segundo mandato consecutivo, con el argumento de dar continuidad a las políticas públicas y fortalecer la democracia. Sin embargo, esta iniciativa genera preocupación, ya que en muchas regiones del país la gestión municipal y regional deja mucho que desear.
Si bien la estabilidad en la gestión pública puede ser positiva, la realidad es que muchos alcaldes y gobernadores han demostrado más interés en favorecer sus propios intereses que en trabajar por el bienestar ciudadano. Casos de corrupción, obras inconclusas y promesas incumplidas han marcado la administración de varias autoridades. Permitir su reelección inmediata podría abrir la puerta a la consolidación de liderazgos poco transparentes y a un mayor uso del poder para fines personales.
El problema de fondo no es solo la duración del mandato, sino la calidad de gestión de quienes ocupan estos cargos. Antes de pensar en extender su permanencia, sería más útil fortalecer los mecanismos de fiscalización y garantizar que los ciudadanos elijan a autoridades realmente comprometidas con el desarrollo de sus comunidades. No se trata solo de continuidad, sino de resultados concretos que beneficien a la población.
En lugar de promover la reelección, el Congreso debería enfocarse en establecer mejores filtros para la selección de candidatos, exigir rendición de cuentas más estricta y asegurar que quienes llegan al poder trabajen con transparencia y compromiso. La ciudadanía merece autoridades que piensen en el bienestar colectivo y no en sus propios bolsillos.