Anunciaron postular a la Presidencia de la República: Antauro Humala fue condenado por homicidio simple, secuestro y otros (Andahuaylazo), cumplió la pena, está en libertad. Alberto Fujimori fue condenado por secuestro agravado, asesinato y lesiones graves (Barrios Altos y La Cantuta), ha sido indultado, está libre. Martín Vizcarra está inhabilitado para ocupar cargos públicos, es investigado por delitos de cohecho, con comparecencia restringida.
Puede ser posible que expresidiarios por delitos comunes e inhabilitados por infracción constitucional, plagiarios (plagian libros), sean candidatos a la Jefatura de Estado. Es razonable existan partidos políticos, fundados y liderados por quienes han perpetrado delitos y transgredido la Constitución; es inaceptable, existan electores dispuestos a ser militantes de pseudo grupos políticos, anejados como services (contratan personal para mocharles sus ingresos), y sean utilizados como organizaciones criminales, del narcotráfico, contrabando, minería ilegal, tala ilegal, trata de personas, tráfico de lotes, cobro de cupos de espacios y servicios públicos, robo de combustibles, consultorías bamba, etc.
Grupos empresariales y las ONG, iniciaron campañas satanizadoras desprestigiando a los denominados “partidos tradicionales”, donde no se vio lo que se ve ahora, los mismos, no supieron capear la ola de la antipolítica, ni captaron a los nuevos actores sociales y económicos (informales, pymes, asentamientos humanos, grupos vulnerables, consumidores, usuarios, vecinos, etc.). Propiciaron la irrupción de nuevas agrupaciones políticas; son peores, plagadas de mediocres, aventureros, improvisados, aprendices que nunca aprenden de gestión pública, sin principios ni valores éticos.
Esta es la reforma política de Martín Vizcarra y de la excomisión de alto nivel de Fernando Tuesta y Martín Tanaka, desplazar a los políticos retóricos e ideologizados, por pragmáticos sin escrúpulos, donde en las elecciones participan candidatos regalones, que luego son, gobernantes ladrones, donde los electores, en vez de elegir a los capaces, votan por los rapaces, donde inscriben candidatos sin méritos. Se está transitando del lupanar de la fragmentación partidaria a la estupidización de la política.
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