Más de cinco intervenciones policiales y de Fiscalía soportó el Gobierno Regional de Arequipa en los primeros 11 meses de gestión del gobernador Rohel Sánchez Sánchez, todos los casos son por indicios de corrupción. En los hombros del doctor en Ciencias Empresariales recae investigaciones por los presuntos delitos de tráfico de influencias, cohechos y otros.
El último caso denunciado por una radio local y que toda la prensa fue testigo es de las camionetas posiblemente sobrevalorizadas, donde se cambiaron de versiones constantemente. Los funcionarios sacaron pecho de que el proceso de adjudicación era honesto y transparente, lo que permitiría firmar contrato con legalidad. Pero, al día siguiente, el gerente general del GRA, Jesús Hinojosa, advirtió que su comité evaluador no se percado de un error que obligaba tener una firma de un responsable de Logística que nunca se cumplió.
Y para no perder el hilo de las intervenciones anticorrupción, otra vez se mancha el nombre del GRA porque en la investigación contra el GORE Moquegua está involucrado un proveedor del gobierno regional arequipeño (página 5).
Aunque todos son inocentes hasta demostrar lo contrario. Urge que nuestras autoridades regionales pongan ya sus intelectuales capacidades para poner un freno a la corrupción y no seguir con escándalos de errores que evidencias la falta de honestidad de algún actor del gobierno.
Los arequipeños votaron por esta gestión, “enamorados” de la idea que un funcionario universitario esté limpio de ideas corruptas y logré dejar proyectos históricos que sacaron del desempleo y recesión a su región.
Es urgente que comiencen a actuar con firmeza y dejen de seguir recibiendo constantes visitas de actores de la justicia. Urge que gobiernen bien.
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