Dos imágenes se viralizaron en torno al poder Ejecutivo. La primera de ellas ocurrió cuando el ministro de Educación, Morgan Quero, tuvo una estrepitosa caída mientras intentaba jugar vóley con la presidenta Dina Boluarte en una actividad de recibimiento a las integrantes del seleccionado juvenil que participará en el Mundial Sub-17 de esta disciplina deportiva. La segunda estampa corresponde a la mandataria interpretando la canción infantil “Gatito ron ron” ante un grupo de escolares.
Si analizamos fríamente estos hechos, ya no llama la atención el nivel de ridículo que pueden alcanzar nuestros gobernantes. Viendo la situación del titular de Educación, podemos decir que la situación gubernamental está como acabó Morgan Quero tras su caída, es decir, con los “pies para arriba”. A esto debemos sumar que se trata de un representante del Ejecutivo que ya debía salir del cargo hace mucho tiempo tras las lamentables declaraciones sobre las violaciones a niñas Awajún trastocadas en “prácticas culturales” por las palabras del ministro.
Luego está nuestra presidenta que tampoco se salva de hechos, por decirlo menos, “pintorescos”. Antes de la canción infantil solo debemos citar dos ejemplos del nivel poco meritorio de su gobierno. En primer lugar tenemos el contestar a quienes le gritaron “corrupta” en la Parada Cívico Militar y viajar días antes usando pijama con la figura de la serie Los Simpson. La lista es aún más larga pero nos reservamos el derecho de detallarla por evitar herir susceptibilidades.
Resulta lamentable que se trate de un gobierno que más llame la atención por hechos de este tipo y no por actos de gestión gubernamental. Ojalá que la realidad cambie por el Perú.
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