Una noticia que sin duda ha estado esperando el mundo, durante mucho tiempo es la que anunció la Organización Mundial de la Salud: La emergencia sanitaria por la pandemia de covid-19 ha terminado.
El anuncio se produce después de tres años, desde que la organización declarara la enfermedad de coronavirus una “emergencia sanitaria global”, el nivel de alerta más alto de la OMS.
Esto representa el fin simbólico de la devastadora pandemia que provocó confinamientos en muchos países y alteró las economías alrededor del mundo.
Sin embargo este organismo internacional, señaló que a pesar de que la fase de emergencia ha terminado, la pandemia no ha llegado a su fin.
El director general de la OMS, Tedros Adhanom informó que lo peor que cualquier país puede hacer ahora es usar esta noticia como una razón para bajar la guardia, desmantelar los sistemas que ha construido, aunque en nuestro país esto sucedió hace mucho tiempo.
Es una alegría para todos nosotros, quienes tuvimos que pasar tres años en constante alerta por los contagios, aunque en el Perú las medidas se relajaron hace mucho. Que lejos parece ese tiempo donde las calles eran desiertas y las ambulancias recorrían los distritos llevando enfermos. Cuando las funerarias colapsaron por la cantidad de muertes, o cuando teníamos que hacer cola por las vacunas. Tantos recuerdos que deseamos nunca más vivir, como el hecho de perder a un familiar por esta maldita enfermedad.
La pregunta es si aprendimos algo de todo esto o simplemente será un relato a nuestros nietos; pues considero que muchos no aprendimos absolutamente nada, pero aun como sociedad donde seguimos siendo egoístas, mercantilistas y que deja la prevención siempre solo como un término más.
En el caso de las autoridades, es peor, porque seguimos necesitando especialistas, nuestra gente sigue haciendo cola en las madrugadas para acceder a una cita, nuestros hospitales se caen a pedazos, o incluso ni siquiera se ha pagado a quienes trabajaron en las semanas más difíciles o invirtieron para la construcción de nuevas emergencias.
Son aproximadamente 21 millones de personas que perdieron la vida a nivel mundial y el Perú tiene la cifra más alta de fallecidos en el planeta; sin duda deberíamos aprender nuestra lección, pero somos malos alumnos.