Apreciados lectores, el ambiente político sigue contaminado por la corrupción, no hay duda, pero, hoy, hago paréntesis para abordar otra temática que también es peligrosa y perjudicial para la salud humana. Entonces, punto y aparte de los temas de efervescencia social, como la minería informal, la inseguridad ciudadana, los enfrentamientos políticos que se tornan imparables por afanes desmedidos de poder, para comentar sobre la contaminación del aire.
Hace unos días entrevisté en programa de radio al Ing. Elard Nina, gerente regional de agricultura, comentó de un proyecto que lleva en ejecución, destinado a promover la utilización de abonos orgánicos como el guano de isla, para los cultivos. Ello nos permite colegir que, este abono orgánico, es un elemento de alto rendimiento, los beneficios para el ambiente, son evidentes.
Para completar su aporte en bien del ambiente, desde la entidad que lidera, el titular de agricultura, anunció que va a poner mucha atención en los viveros que tiene a su cargo, con la finalidad de programar campañas periódicas de entrega de árboles a las instituciones que lo requieran. Sin embargo, es recomendable, dijo, que estas instituciones, asuman el compromiso de informar si disponen del recurso hídrico suficiente y, si cuentan con las condiciones adecuadas, amén del cuidado permanente que requieren los arbolitos.
Los árboles demandan una atención como si fuesen miembros de nuestra familia; no olvidemos que los árboles ayudan a limpiar y purificar el aire, regulan el clima y protegen la biodiversidad, contribuyen a la mitigación del cambio climático, absorbiendo el dióxido de carbono que emiten los vehículos motorizados; los árboles son fuente de energía renovable, evitan la contaminación del agua, proporcionan oxígeno de primera calidad, son como el aire acondicionado, pero, natural.
Las campañas de arborización deberían ser siempre exitosas, porque, los árboles, nobles y leales amigos, tienen un rol eficaz en la ecología; filtran el agua, el aire, la luz solar, los ruidos perturbadores, reducen vientos huracanados y tormentas. Los plantones crecen, maduran y envejecen; en todas estas etapas, requieren de cuidados. Por ello, si la Gerencia Regional de Agricultura tiene este proyecto, en buena hora, porque la cantidad de vehículos se incrementa y los gases contaminantes que emiten, como el dióxido de carbono, que se genera desde el momento de la combustión a través del tubo de escape, son letales para la salud humana. Todos debemos trabajar por la oxigenación ambiental.