Nuestro país atraviesa por un momento muy difícil, tanto en lo socio económico, moral y político sobre todo una administración de justicia muy deficiente, pareciera que no existen personas objetivas y esta se politiza, hoy vemos jueces y fiscales en una lucha permanente por el poder olvidando su etapa de formación en las universidades, el significado social que la justicia tiene y la satisfacción de las personas cuando actúan por el lado correcto.
Es una pena en una sociedad convulsionada por la delincuencia y el sicariato que no se pueda aplicar la justicia muchas veces dejándolos sueltos en las calles para que sigan delinquiendo y poniendo en zozobra a todos los habitantes.
Los fiscales no hacen su trabajo correctamente y los jueces actúan con una lentitud que los procesos judiciales pueden durar muchos años, incluso demostrando la inocencia de las personas que injustamente fueron encarceladas.
Necesitamos una reforma de nuestras leyes que lamentablemente no lo pueden hacer los políticos del congreso porque están envueltos en corrupción y no tienen la preparación adecuada para reformular esta falencia que tenemos, peor aún cuando contratan asesores por favores políticos.
La junta nacional de justicia, el colegio de abogados deberían ser centros de iniciación de mejorar las leyes, estos deberían tener escuelas de formación e investigación social para generar leyes que sean verdaderamente justas y permitan a la sociedad creer en la justicia y actuar dando a cada quien lo que le corresponde, estamos a puertas de la elecciones presidenciales y congresales y vemos que la mayoría de los postulantes tienen problemas con la justicia y este poder nos esta sentenciando a elegir entre un grupo de ciudadanos corruptos que solo quieren llenarse de dinero a costa del sufrimiento de sus habitantes.
Las universidades deben poner mucho esfuerzo en formar profesionales idóneos con capacidad moral y sabiduría en la administración de la justicia, que sean personas incorruptibles especialmente por el sector político que ha hecho mucho daño a nuestro país, deben aprender a no tener miedo y a enfrentar lo incorrecto, porque una sociedad feliz se da cuando hay una justicia eficaz y eficiente, esta razón es muy poderosa para concluir diciendo que estamos en una crisis de la educación, por eso los productos que tenemos de profesionales son de baja calidad, no se comprometen con su vocación y no luchan por un gran cambio.