Las tradiciones navideñas de antaño en Arequipa evocan un sentimiento de nostalgia y pertenencia que, en la actualidad, parece desvanecerse ante el avance de la modernidad y el consumismo. En el pasado, la Navidad en la Ciudad Blanca estaba marcada por costumbres llenas de devoción, sencillez y un profundo sentido de comunidad que contrastan con las formas actuales de celebrar estas festividades.
La Nochebuena era un momento de recogimiento espiritual. Las familias se reunían para asistir a la Misa de Gallo, un evento que llenaba de fervor religioso los templos de la ciudad. Al regresar a casa, se compartía una cena sencilla, en la que no faltaba el pescado y las tradicionales ensaladas. Estos platos, además de ser deliciosos, simbolizaban la abstinencia y la reflexión propias de estas fechas.
Los días posteriores a Navidad eran igualmente especiales. Los niños recorrían las calles cantando villancicos y recibiendo dulces y monedas. Esta costumbre, además de ser divertida, fomentaba el compañerismo y el espíritu navideño. Asimismo, las familias se visitaban entre sí, intercambiando regalos y compartiendo momentos inolvidables.
Otro de los elementos más entrañables de las antiguas navidades era la preparación del nacimiento o pesebre. En cada hogar, se armaban pesebres con figuras de barro elaboradas por artesanos locales. Estos no solo representaban a los personajes bíblicos del nacimiento de Jesús, sino que también incluían escenas de la vida rural arequipeña, integrando a la celebración elementos de la identidad local.
Sin duda, las tradiciones navideñas de Arequipa han evolucionado con el tiempo. Sin embargo, es importante que no olvidemos nuestras raíces y que sigamos transmitiendo estas costumbres a las nuevas generaciones. Al hacerlo, no solo estaremos preservando nuestra identidad cultural, sino también fortaleciendo los lazos familiares y fomentando valores como la solidaridad, la fe y la esperanza.
Hoy en día, aunque algunas de estas tradiciones persisten, se han visto desplazadas por el consumismo y la influencia de prácticas globalizadas. Sin embargo, las antiguas tradiciones navideñas en Arequipa siguen siendo un recordatorio de los valores esenciales de unión, fe y comunidad que aún resuenan en el corazón de quienes vivieron esas navidades llenas de autenticidad.