En nuestro país tenemos una cultura improvisada ya que cuando sucede algo recién tratamos de cumplir con la norma, prueba de ello es cuando se cayo el techo de un centro comercial en el norte, las autoridades comenzaron a supervisar los diferentes establecimientos, cerrándolos por algunos días, pero lo que no nos damos cuento que solo esto es una cortina de humo porque los funcionarios solo se aparecen en esas fechas para justificar su trabajo, dejando claro que durante todo el año no realizaron su trabajo y dejaron que todos los servicios se den desde la informalidad, además de ello también quienes son los arquitectos, ingenieros que elaboraron la obra, esto parece simple distracción al final todo vuelve a la normalidad.
Cuando se produce un incendio de grandes magnitudes es lo mismo, las autoridades salen para la foto, aprovechando del sufrimiento de los damnificados, las autoridades saben dónde están estos depósitos informales, entonces porque no los clausuraron definitivamente, claro está que también el Poder Judicial es cómplice porque con acciones de amparo permite que esto siga funcionando, de seguro que si se presenta un sismo o cualquier fenómeno natural después del desastre todos saldrán para la foto y la búsqueda de votos para tomar el poder.
Nuestra cultura no contempla la prevención, dejamos las cosas para ultimo momento o asumimos roles momentáneos cuando pasa una desgracia, pareciera que la conciencia es lo ultimo que funciona por ello permitimos que nuestras autoridades se burlen de nosotros, pese a que su obligación es brindarnos seguridad, velar por el buen funcionamiento de todo para evitar muertes y destrucción como lo vimos estos últimos días.
Necesitamos un verdadero cambio, con una cultura de prevención para hacer las cosas con planificación y no permitir mayores desastres que solo hacen ver mal a nuestro país frente al mundo, ya que no tenemos autoridades con una moral alta, ni siquiera tomaron en cuenta que los bomberos necesitan equipamiento para ayudar en sus acciones, pero si están preocupados en aumentarse los sueldos, contratar ineptos en el poder ejecutivo y legislativo, las consecuencias se ven claramente, en la escuela tanto privada como pública hay una permanente exposición al peligro, los encargados del estado, gobiernos regionales, locales, las direcciones de educación nunca hacen una verdadera supervisión, por ello vemos escuelas que funcionan en casas, las escuelas públicas no tienen infraestructura adecuada y se van cayendo en pedazos y así iniciarán el año escolar.
Debemos entender que si cambiamos nuestra cultura garantizaremos nuestra vida, podremos vivir en la formalidad para no dejarnos engañar con la cultura improvisada que tenemos hoy en día.