El mundo está cambiando y las formas de aprender también, hoy es necesario dejar la educación tradicional donde el estudiante era receptor de conocimientos mediante un aprendizaje mecánico que no hacía otra cosa que repetir los conocimientos impartidos por el docente; por metodologías innovadoras y la necesidad de reinventarse para afrontar los nuevos retos que propone el mundo de hoy.
Los estudiantes deben ser los protagonistas y los docentes formadores que potencien sus habilidades, capacidades y destrezas, para ello es necesario la utilización de métodos dinámicos e innovadores que respondan al interés de los estudiantes, donde se busque desarrollar el pensamiento crítico a través del diseño del pensamiento, que hará que los estudiantes sean capaces de resolver problemas mediante la empatía y las necesidades que hay, así mismo utilizar métodos colaborativos que implican trabajar en equipo y desarrollar proyectos que despierten el verdadero interés por aprender.
Es necesario involucrar la tecnología, pero con un uso saludable en cada una de las aulas, donde los estudiantes despierten su interés por la investigación y la curiosidad por aprender conocimientos nuevos, emplear también la gamificación en el desarrollo de los aprendizajes, hay una tendencia al método del aula invertida donde los estudiantes a través de procesos de aprendizaje digital o virtual vienen con diversos conocimientos a la clase y el docente consolida esos aprendizajes, esto hace que la educación sea autónoma, se da mayor participación y mejora las experiencias de aprendizaje.
Si no revolucionamos la educación seguiremos en lo mismo con generaciones que repiten conocimientos ya descubiertos y no desarrollan la creatividad que es un elemento básico para alcanzar el desarrollo y solucionar problemas mediante estrategias nuevas, necesitamos docentes que no se resistan al cambio, sean innovadores y creativos, generando aprendizajes significativos aplicados a la vida real, que las lecciones tengan sustento científico y sirvan como base para generar nuevos conocimientos, una educación integral los preparará a nuestras generaciones para vivir en el futuro y ser parte del proceso de globalización.