Una de las cosas que vemos muy a menudo en la sociedad es la falta de vocación. Mucha gente estudia solo por la influencia económica y no le importa mucho realizar lo que más le gusta, por ello podemos convivir con profesionales que no hacen las cosas bien, se dedican al lucro y se olvidan del servicio, razón por la cual observamos calles o carreteras mal desarrolladas, docentes que nos les gusta enseñar, médicos que ya no te revisan y solo diagnostican según su forma de ver, personas de medios de comunicación que no aportan a la educación, entre otros.
Lo cierto es que en la escuela y en el hogar no se trabaja con proyectos de vida, los jóvenes eligen las carreras por influencia u obligación, algunos por resultados de tesvocacionales, pero no hay una verdadera introspección que les permita ver qué es lo que más les gusta, descubrir cuáles son sus talentos, habilidades y destrezas, identificar el desarrollo de las inteligencias múltiples y la formación del carácter, la vocación no es algo que se descubre cuando llegan al quinto de secundaria, sino es algo que se debe cultivar desde muy pequeños, para que así descubran aquellas cosas que realizarán en su vida futura adecuados al estilo de vida que deseen tener.
Todas las personas queremos alcanzar la felicidad y para llegar a ello debemos hacer lo que más amamos, eso nos llevará a sentir realización plena. Es necesario que los jóvenes aprendan a tomar decisiones, ya que la carrera profesional es una de las decisiones más importantes de su vida, por ello deben hacerlo en completa libertad y sin ningún tipo de presión, tanto familiar, social o de la influencia de universidades que muchas veces les ofrecen preparación para el éxito, sin embargo solo buscan lucrar, por ello es fácil engañar ofreciendo grandes infraestructuras sin calidad educativa.
Necesitamos un verdadero cambio, este se dará si tomamos en serio que nuestras generaciones deben aprender a tomar decisiones y a resolver problemas, es necesario fomentar la autonomía y darles el acompañamiento necesario para que eligen lo que quieren ser en el futuro, no se educa para el presente, sino para lo que se vienen, es fundamental profesionales preparados para afrontar las nuevas exigencias del mundo actual, esto solo se dará si nuestros jóvenes desarrolla a plenitud sus talentos.