He leído con especial fruición el libro que Pedro Cateriano ha escrito sobre el desarrollo político de Mario Vargas Llosa, nuestro peruano más universal y uno de los peruanos más ilustres. No haré una reseña del libro pues sería una falta de delicadeza ante la próxima presentación del mismo este 1 de abril pero sí haré una breve reflexión, política, sobre el personaje que como sabemos este 28 de marzo cumple 89 años desde que naciera en la hermosa Arequipa.
Mario Vargas Llosa hizo política desde muy joven. Ya en sus memorias, El pez en el Agua, dedica por lo menos cuatro de sus veinte capítulos a hechos que tienen que ver estrictamente con su desarrollo político. De ellos el que mas me llama la atención es de su participación en la célula clandestina comunista “Cahuide” que tenía como uno de sus líderes a don Isaac Humala, padre de nuestro expresidente Ollanta Humala. Al igual que muchos es el romanticismo más que la razón lo que predomina en esta una de sus primera incursiones políticas. Luego con el paso de los años, recientemente, Mario se inscribe en Libertad Popular, un partido que se define como liberal de derechas. No pretendo narrar su trayectoria política, pues es harto conocida, sino relevar el arte de la influencia, que ha hecho que Mario destaque como líder mundial de opinión.
En política, las palabras causan cosas, las generan, las construyen. Y en ese poder basado en las ideas transmitidas con la fuerza y belleza de su pluma el que se ha consolidado en el mundo. Es así que, gracias a la palabra escrita u oral, Mario Vargas Llosa ha participado en una serie de polémicas que han dejado sello histórico.
Desde que causara el enojo de Octavio Paz cuando definió a México como la dictadura perfecta, hasta sus encontronazos con Fidel Castro o Hugo Chávez cuando desnudaba las carencias y abusos del comunismo cuando está a cargo de un Estado. Tampoco podemos olvidar su polémica con Günther Grass, al cual acusó de ser junto a otros intelectuales europeos de justificar las atrocidades de las dictaduras en América Latina.
Mario Vargas Llosa nos dio el gigantesco honor de ganar el Premio Nobel y con él poner a nuestro país en el escenario mundial de la intelectualidad. Mario también hizo historia al ser el primer intelectual de lengua no francesa en ingresar a la selectísima Academia de Francia. Allí se señala como inmortales a quienes tienen el honor de ser académicos. Eso no fue novedad para nosotros. Aquí, en el Perú, Mario Vargas Llosa desde hace mucho es reconocido como inmortal.