Nuestra ciudad vivió un aniversario más celebrando sus 484 años de fundación, una fiesta que espera toda la población con mucha alegría e ingresa una buena cantidad de turistas nacionales como extranjeros, donde se aprecia la maravillosa arquitectura, sus iglesias, su campiña y muchas tradiciones que se exponen, pero lamentablemente seguimos siendo una ciudad desordenada con un transito caótico, con pistas llenas de huecos recordándonos los tiempos de lluvia que ya pasaron hace 6 meses, sin principio de autoridad ya que nuestro alcalde y el gobernador brillan por su trabajo ineficaz.
Estamos en pleno siglo XXI y a la fecha no se solucionan los problemas de nuestra tierra que va perdiendo cada día sus tradiciones y se ve inundado por otros tipos de cultura que hacen que seamos una ciudad con poca identidad, en los colegios no se les enseña a valorar nuestra ciudad y menos nuestro país, no hay exposiciones culturales que permitan una mejor información, lo único que se espera son los grandes conciertos orientado para todo tipo de personas y de distintas condiciones sociales, donde predomina el consumo de alcohol y la violencia.
Una de las tradiciones como es el corso perdió el brillo que tenia antes por la irresponsabilidad de los organizadores, donde solo se busco el lucro a través de los grandes costos que cobran por participar, inventaron hasta otro corso para obtener más dinero con el fin de mejorar el principal que este año fue una falta de respeto a los asistentes por la hora que empezó y su culminación se convirtió más que en un desfile de personas en estado de ebriedad.
Todos esos fondos que se obtiene ¿a dónde se dirigen?, ¿se mejoran las pistas?, ¿se coloca agua y desagüe a los pueblos que carecen de ello? ¿Se priorizan obras que están paralizadas? Entre otros o simplemente es un ingreso que mejora las condiciones económicas de nuestras autoridades y sus amigos.
El mejor regalo que se puede dar a nuestra Arequipa es convertirla en una ciudad ordenada, limpia con educación que nos permita respetar las normas y el cuidado patrimonial, cultural y ecológico, debemos entender que si queremos progresar debemos tener los servicios básicos, una identidad propia que permita hacernos conocer en el mundo como una sociedad ordenada, progresista y culta, por ello es importante impulsar la educación con programas curriculares regionales que permitan brindar espacio para enseñar el significado de estar en esta maravillosa ciudad, y formar futuros ciudadanos que defiendan la cultura y lleven un nuevo liderazgo en busca del desarrollo y la cultura propia, esperemos un verdadero cambio el próximo año y que todos seamos gratos con esta hermosa tierra cuna de grandes poetas, héroes, líderes, entre otros,