María Agüero Gutiérrez fue elegida para ser congresista por Arequipa por el periodo 2021-2026. Obtuvo su escaño al postular por la agrupación Perú Libre y venía precedida de una trayectoria con poca notoriedad: en nuestra ciudad era conocida por ser vocera de padres de familia en las instituciones educativas donde estudiaban sus hijos. Podemos decir que su elección como congresista se debió en buena parte al efecto arrastre que tuvo la agrupación del lápiz en el sur del país.
Lamentablemente, desde su elección, la legisladora se hizo más conocida por declaraciones que a cualquiera sacaban del cuadro. Basta recordar cuando dijo que el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York no fue realizado por Al Qaeda sino por el presidente estadounidense George Bush. También se tuvo hechos pintorescos como verla en cuanta ceremonia con un polo pidiendo la libertad de su líder Vladimir Cerrón.
Así llegamos a lo ocurrido durante las últimas dos semanas. Dos hechos puntuales dejan por los suelos la imagen de la parlamentaria. Es acusada de ‘mochar’ el 10% de los sueldos a sus trabajadores y de dar declaraciones indicando que en los colegios Independencia y Micaela Bastidas estudian “delincuentes y lesbianas”. Además que no sentía orgullosa de ser arequipeña luego de haber residido en Estados Unidos
Resulta lamentable lo ocurrido. Las primeras acciones ya se dieron al conocer al declarar a Agüero persona no grata en diferentes instituciones. Así parece llegar el ocaso de una congresista que no tuvo la conexión suficiente por la ciudad que confió en ella y que solo recibió el desprecio por frases que indignaron a la sociedad.
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