El sector salud representa uno de los pilares para el desarrollo de la sociedad. Como tal, nuestras autoridades no se preocupan en presentar planes de trabajo para mejorar la cobertura y que la población más necesitada acceda a los diferentes servicios que brindan los nosocomios en todo el país.
Sin embargo, una serie de proyectos presentados en los últimos años no han llegado a concretarse. Por ejemplo, tenemos el área de emergencia del hospital Honorio Delgado, que demoró muchos años en realizarse y que en la pandemia se pudo notar que sufrió los estragos en el incremento de la cantidad de pacientes que llegaban en búsqueda de atención.
Además, tenemos hospitales en provincias como La Unión (Cotahuasi), Camaná y Caravelí (Chala), que llevan años sin terminarse. A estos se suma por ejemplo el hospital Maritza Campos del Cono Norte que también espera su culminación.
Uno de los puntos más críticos lo encontramos en el hospital Goyeneche. Todavía hay población que forma filas por acceder a una cita y su infraestructura es lamentable. Tampoco hay el instrumental suficiente y no se cuenta con la cantidad necesaria de personal. Los más perjudicados siempre son los pobladores.
En Essalud la situación no es distinta. Los asegurados siempre expresan su molestia por los problemas de atención y maltrato de un sector del personal que parece está aburrido de atenderlos. No se tiene el suficiente abastecimiento para darles las mejores condiciones a pesar que se las empresas pagan periódicamente por el servicio que dan a los asegurados. Sin embargo, pasan las gestiones de diferentes autoridades y no hay mejoras visibles.
Así está nuestro sistema de salud, cual paciente en estado crítico, necesita la ayuda de las autoridades. Solo así lograremos mejorar como sociedad si es que los gobernantes ponen más atención en servir a la población. La salud del país está en juego.