Todos los días pensamos, qué hacer, por dónde ir, con quién reunirnos, y nos ponemos en una posición automatizada de nuestro día, para que esta fluya, sin embargo, hay algo que todos los días hacemos, pero jamás prestamos atención a ello y es la que hablamos y cómo la expresamos.
“La Palabra”, es pura energía que nos permite transmitir lo que deseamos decir, y con ello ponerle la intención a cada frase, por ello que si nos ponemos a pensar que le ponemos toda la atención estamos creando mayor energía, y eso puede ser positivo o negativo para nosotros. Ahí es donde debemos realizar un análisis de lo importante que es prestar atención a nuestros pensamientos, y que tan buenos y no tan buenos son esos y si le estamos poniendo toda la intención para que esto no sea un círculo vicioso para nosotros y nuestra vida.
Aprender a ser selectivo con nuestros pensamientos, a identificar cada uno de ellos, estar presentes en cada uno de ellos, para darle fuerza al que es para nuestro bienestar y a retirar de nuestros pensamientos al que no es, al que no nos permita avanzar ni aprender de nosotros.
Por ello que una de las fuentes energéticas más poderosas en nuestra vida es la palabra, es el conductor de todo lo que sentimos, cómo nos sentimos y transmitimos nuestra energía.
Recuerda que somos responsables de cada palabra que mencionamos, que todo lo que decimos sale de nosotros mismos, y debemos asumir esa tan importante responsabilidad, para poder crear una vida plena que es lo que todos en este mundo buscamos.
Descubre tu equilibrio…
Elifia Guerra - Líder en Bienestar
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