Si las autoridades de los tres niveles de gobierno, en nuestro país, continúan con indiferencia, frente a la progresiva escasez del agua, es muy seguro que la falta del líquido vital, afecte a la población y a toda la vegetación; ello nos conduciría, irremediablemente, a situación desastrosa. Los ministros de este gobierno, algunos más bravucones que otros, aunque todos - genuflexos y obsecuentes por conveniencia - desconocen o, simplemente, no les interesa poner atención al tema.
Hoy, la población mundial llega a 8200 millones de habitantes. Es probable- según opinión de ingenieros especialistas en variaciones climáticas- que antes del 2045, habrá más superficies áridas, extensas pampas desérticas, atmósfera con oxígeno insuficiente y muy degradado. La poca cantidad de agua, seguirá contaminándose, por los residuos tóxicos que se descargan en los ríos; además de los gases pesados, como el dióxido de carbono, que se produce en las combustiones y que es uno de los principales causantes del efecto invernadero; amén de los pesticidas letales.
Ante esta posibilidad, cuidemos y utilicemos responsablemente el agua; arboricemos en todo tiempo y lugar. Una de las tareas prioritarias de todos los peruanos es cuidar nuestros recursos hídricos; no olvidemos que el cambio climático, hace mucho tiempo, convive con nosotros; nos ha cambiado la vida. En todo el Perú y en Arequipa, los efectos son muy notorios: heladas, friajes, precipitaciones por encima de los niveles normales, sequías, inundaciones que afectan directamente al sector agropecuario, con pérdida de cultivos, ganado, vidas humanas, destrucción de infraestructura de riego, de vías de comunicación y viviendas. ¿Tendremos planes efectivos de contingencia, para la presente temporada de lluvias?
En diciembre del 2009, luego de inauguración de obra de arborización ejecutada por el GRA en terrenos eriazos del colegio militar Francisco Bolognesi, varios periodistas nos reunimos con un grupo de ingenieros agrónomos y expertos ecologistas, para conversar sobre la importancia vital de construir represas y, también, acerca de: “Las crónicas del tiempo y el futuro del planeta”. Todos coincidieron en aplicar medidas preventivas urgentes, para conservar el agua y la buena calidad de oxígeno. Difundimos persistentemente el tema en medios de comunicación donde laborábamos. Cada experto opinó, con argumentos válidos, que no estarían muy distantes, escenarios espeluznantes. Hoy, después de 15 años, de aquella plática, percibimos que, la humanidad, ya está sedienta.