Las autoridades deben llegar a servir al pueblo y no servirse de los recursos de todos nosotros. Tantas veces escuchamos frases como estas, pero seguimos obteniendo información de funcionarios que hacen noticias no precisamente por mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, sino por hechos escandalosos.
La Contraloría General alertó que se habrían destinado recursos públicos en la Municipalidad Distrital de Socabaya, para fines ajenos a la gestión pública, debido a diversas remodelaciones realizadas al palacio municipal, en la actual gestión.
El informe de orientación de oficio n.° 001-2023-OCI/1313-SOO evidenció que la municipalidad remodeló el despacho de alcaldía, reduciendo espacios de la sala de reuniones e instalando en los servicios higiénicos un jacuzzi con su respectiva terma y una máquina trotadora, en beneficio particular del titular de la entidad.
Incluso la Contraloría y regidores de oposición alertaron que los trabajos se hacían sin órdenes de compras y/o servicios correspondientes.
Si bien es cierto, la Gerencia Municipal ordenó el retiro del jacuzzi y la máquina trotadora, hasta ahora no pueden informar desde el municipio, quien ordenó todo esto o de donde salió el presupuesto.
Cuando se le preguntó acerca de todo esto al alcalde Roberto Muñoz, manifestó que desconoce la procedencia de los materiales y que no se percató que en alcaldía se estaba colocando un jacuzzi, pero si aseguró que en esto no se gastó ni un sol del municipio, es más responsabilizó al gerente municipal.
Pero allí no queda la cosa, el gerente municipal indicó que también desconocía de la instalación de estos enseres. Entonces, ¿quién instaló en el Municipio Distrital de Socabaya un jacuzzi y una trotadora? ¿Fue un regalo, una donación, un pago de favores, cayó del cielo o fue un deseo de algún funcionario? ¿Cómo es que algunas personas pueden ingresar materiales a despacho de alcaldía y nadie se da cuenta?
Más allá de la ironía, la autoridad tiene que asumir una responsabilidad política, porque él es el titular del pliego y según la Contraloría era para su uso exclusivo.
Las familias en Horacio Zeballos Gámez llevan años esperando servicios básicos de agua y desagüe, sin embargo en esta gestión en Socabaya, en menos de un mes instalaron un jacuzzi y una trotadora. Que sigan las investigaciones y quienes resulten responsables sean sancionados ejemplarmente.
Es cierto que el presidente Castillo viene cometiendo error tras error político; sin embargo, hasta ahora ninguno de esos errores computa como incapacidad moral; los golpistas de la DBA lo saben y no dudarán en violar la misma constitución que defienden para ver fuera del cargo a Castillo y compañía. ¿Dónde estaba la DBA cuando Toledo se negaba a reconocer a su hija y en sus escándalos con las bebidas alcohólicas? ¿Acaso eso no es una inmoralidad? ¿Dónde estaban cuando García salió a reconocer, en cadena nacional, que le había sido infiel a su esposa? Creo que eso no es un ejemplo de moralidad.