A medida que nos acercamos a la fecha central de conmemoración del 202.º aniversario de nuestra independecia. Conviene seguir analizando que obstáculos atraviesa el Perú que todavía le impiden crecer a pesar de haber transcurrido un período importante de vida republicana.
En esta ocasión veremos un aspecto que ha cobrado aún más notoriedad los últimos días. La seguridad ciudadana no debe dejarse de lado por nuestras autoridades y población, puesto que un país donde el ciudadano no se sienta seguro, no podrá desarrollar sus actividades con normalidad porque tendrá siempre el temor de que la delincuencia haga de las suyas y le arrebate lo que tanto le costó.
Tenemos una fuerza policial con insuficiente personal y logística para enfrentar el avance de la delincuencia. Los patrulleros no siempre tienen combustible para dirigirse a atender alguna emergencia o simplemente para mantener una constante labor de resguardo de nuestras calles como fuerza disuasiva. De igual forma la corrupción es un problema que afecta a esta institución al igual que al resto de entidades del Estado.
En esta labor tenemos también a fuerzas como Serenazgo y la Policía Municipal. Todavía está pendiente el debate por reforzar su labor y mejorar las normativas que regulan su trabajo. Municipios y ciudadanos esperan que finalmente nuestros gobernantes se pongan las pilas y determinen lo mejor para la sociedad. Esperemos que la solución sea rápida.
Sin embargo, no todo está perdido. Aún hay elementos en la Policía, Serenazgo y demás que siempre están dispuestos a arriesgar hasta su propia vida por cuidar al prójimo. De estos actos hemos visto y seguiremos viendo, lo importante es que como sociedad propiciemos que sigan dándose para que mejoremos de cara a nuevo aniversario patrio.