Los 14 000 profesores desaprobados en las evaluaciones del Minedu que fueron separados del magisterio exigen su reincorporación. Pero sus puestos están ocupados por otros docentes que sí aprobaron las evaluaciones. Una reciente ley -aprobada por insistencia en el Congreso de la República- facilita esa reincorporación, dañando la moral de los buenos profesores que asisten a las capacitaciones y evaluaciones. Por la ley, el mérito en los colegios públicos, tan difícil de lograr, se derrumba y los escolares pobres serán los más perjudicados. Será imposible acceder a una educación competitiva acorde con los tiempos. Si la ley no es derogada se vislumbran escenarios de mediocridad total. A esto súmele el papel muy en serio que asumen ciertos profesores vinculados al Movadef, dedicados al adoctrinamiento senderista con total desfachatez.
Con la elección de Pedro Castillo, un grupo de profesores llegaron al Congreso sabiendo a qué iban: a hacer trizas la calidad educativa que a duras penas cuesta establecer. Aliados de congresistas populistas destruyen el sistema de jubilación y ahora empeñados en socavar la meritocracia en los colegios públicos. Su objetivo es crear condiciones de estancamiento y retroceso social mediante la ignorancia amarrada a los vicios y miserias humanas. El resultado histórico es dos de cada 10 estudiantes entienda lo que lee y matemáticas. Las evaluaciones Pisa 2023 confirman que seguimos en la cola. Avanzamos pocos puntos. En consecuencia, nuestro sistema educativo es incapaz de descubrir y formar nuevos y magníficos valores científicos y tecnológicos.
La buena educación escolar es fuente de prosperidad social. Finlandia fue por mucho tiempo primera en las evaluaciones Pisa. Otras naciones tomaron ese ejemplo y elevaron drásticamente sus niveles educativos. Hoy son potencias tecnológicas, sociales y económicas. Pero aquí, la mayoría no se manifiesta, no se conmociona con los resultados desastrosos. La vergüenza mundial no conmueve. Ocupados en felicidades banales.
La izquierda controla el Ministerio de Educación con agenda propia, contraria a la familia, la fe y los valores humanos y costumbres conocidos treinta años atrás. A esa izquierda le importa poco o nada los ideales de prosperidad por esfuerzo propio. Hacen del Minedu y otros ministerios - Cultura, de la Mujer, Inclusión, Ambiente - cuarteles políticos dedicados a inculcar en la gente pensamientos socialistas y hasta senderistas.
Su afán es destruir a como de lugar los avances económicos propiciados por el capitalismo, los mercados abiertos y el ingenio individual; planes que se abren paso sin mayor oposición.
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