Acabamos de pasar por un nuevo feriado. En total son catorce fechas festivas establecidas para este 2024. Incrementaron cuatro de estos días, luego de diversas propuestas legislativas que, incluso, fueron aprobadas por insistencia ante observaciones del Ejecutivo.
Los últimos feriados agregados al calendario nacional son el 7 de junio (Día de la Bandera), 23 de julio (sacrificio del capitán FAP José Abelardo Quiñonez), 6 de agosto (Batalla de Junín) y el 9 de diciembre (Batalla de Ayacucho). Uno de los reparos del Ejecutivo radica en las afectaciones al aparato productivo con tantas paralizaciones.
Sin embargo, desde el Congreso indicaron la necesidad de estas fechas para recordar hechos históricos y fomentar la unión entre peruanos.
Lamentablemente estos conceptos contrastan con los intentos de salir de la crisis mediante la reactivación económica. Tal vez uno de los principales beneficiados sea el sector turismo con la promoción de viajar en los feriados largos. Sin embargo, para que esta premisa se cumpla, debe ir acompañada de mejores políticas que garanticen que el desarrollo llegue a todos sus integrantes.
Nadie niega la importancia de recordar hechos históricos de nuestra patria. Sin embargo, se debería considerar más alternativas para fomentar esta premisa en lugar de solamente declarar feriado ese día. Sobre todo debemos tener en cuenta que intentamos salir de la crisis y para ello se requiere que todos los rubros trabajen.
En manos de nuestros gobernantes está evaluar esta premisa. Requerimos más desarrollo y por lo tanto más empleo e ingresos. Los feriados no suman a favor de estos objetivos.