Ingenuo creer que las investigaciones preliminares abiertas en la Fiscalía contra el periodista Gustavo Gorriti y los fiscales Rafael Vela y José Domingo Pérez llegarán a conocerse pronto. Si la acusación formal contra Keiko Fujimori llegó después de demasiados años e intentos fallidos, contra los recientes investigados es posible que el final se dilate todavía más o termine archivado, en el olvido.
Los susodichos tienen apoyo local e internacional. Sus aliados, los organismos de derechos humanos controlados por el marxismo del siglo XXI, se han manifestaron favorablemente. Falsamente aparecemos como un país persiguiendo al periodismo de investigación y a adalides de la justicia nacional.
Resulta ahora que los dichos de Jaime Villanueva deben ser tomados con pinzas, contrario a los dichos que suspendieron al galope a Patricia Benavides de la Fiscalía de la Nación.
Sin embargo, en este clima de alta confusión, existe consenso entre tirios y troyanos: limpiar el Ministerio Público de las facciones que en lugar de hacer justicia hacen política. Ya es de conocimiento público que Odebrecht es el factor determinante en este proceso de putrefacción de la justicia.
Ciertos medios de comunicación, periodistas, abogados y empresarios son aliados -o tontos útiles- de la constructora mafiosa. Se dijo que Gorriti investigaba a la constructora brasileña antes del destape de la red de corrupción. ¿Por qué, entonces -según el dicho de Villanueva que no ha sido desmentido-, se nombró a Pérez como parte del equipo Lava Jato?
La respuesta no sería otra: buscaron a un personaje idóneo para encargarse de distraer y politizar la justicia y ocultar a los verdaderos compinchados con la empresa ladrona.
Encarcelaron a Keiko Fujimori e indujeron al suicidio a Alan García y hasta ahora no se comprueban sus supuestos delitos.
Ya se sabe: Fujimori nunca fue Ejecutivo y no decidió ni obra ni contratación. Se dice que habría recibido, como casi todos, aporte para su campaña electoral sin prueba alguna.
Distinto a los casos de Susana Villarán, Alejandro Toledo y hasta PPK. A García lo acusaron de ofrecer una conferencia a cambio de pago calificado de soborno.
Pérez, Vela, el juez Richard Concepción Carhuancho y policías políticos embarraron la justicia siendo lo peor su exposición mediática.
Los medios los pintaron falsamente de héroes nacionales, siendo exactamente todo lo contrario.