En 8 días conoceremos la identidad del país que asumirá la responsabilidad de ejecutar el proyecto Majes Siguas II, el más emblemático de la historia de Arequipa. Originalmente se vocearon a 6 países, pero la elección saldrá entre Japón y el Reino Unido.
Desde el 21 de agosto de 1970, día en el que se firmó en nuestra plaza de Armas la partida de nacimiento del proyecto Majes Siguas, sólo se concretó la habilitación de las primeras 15 900 hectáreas. Ahora se pretende ejecutar la segunda etapa, que involucra 38 500 hectáreas que deben generar 150 mil puestos de trabajo directos y 100 mil indirectos.
La segunda etapa debió culminarse en el 2016, según el contrato de concesión suscrito el 9 de diciembre de 2010 por el gobierno regional de Arequipa con las empresas Cobra y Cosapi. Pero surgieron diversos inconvenientes que motivaron al Tribunal Constitucional a disponer que un porcentaje de las aguas a derivarse del río Apurímac para irrigar las 38,500 hectáreas, se queden en Cusco.
Este fallo propició modificaciones en el sistema de conducción del agua que, en opinión de Cobra, elevaban el presupuesto en 104 millones de dólares. El controvertido tema originó la adenda 13, cuya firma se postergó durante un lustro por el Gobierno Regional de Arequipa, siendo una de las causales por las que Cobra resolvió unilateralmente el contrato.
Desde entonces el diferendo fue tratado, primero, por el Centro de Arbitraje de la Cámara de Comercio de Lima y luego, por el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias de Inversión (Ciadi) . En julio del 2024 el Gobierno Regional de Arequipa se apartó del proyecto y lo asumió el Ejecutivo. Entendemos que el jueves 16 el gobierno no sólo anunciará al país que asumirá la ejecución del proyecto, sino, la solución al reclamo económico de Cobra.
En las últimas 8 décadas, la campiña de Arequipa ha perdido un aproximado de 10 mil hectáreas, por la siembra de cemento y asfalto. Pero se generaron las irrigaciones de La Joya, San Camilo, la Cano, la Ensenada en Islay y la primera etapa de Majes, que juntas suman 37 mil hectáreas irrigadas por las cuencas de los ríos Tambo, Chili y Colca.
Irrigaciones que son fruto del esfuerzo de arequipeños corajudos, emprendedores y nobles. Todas esas irrigaciones tienen imperfecciones y limitaciones. Pero son el sostén de 150 mil hogares. Ahora, Majes Siguas II está más cerca de ser realidad, aunque los detractores de siempre flameen imperfecciones que siempre hay en obras de gran envergadura.
Sería muy grato para nuestra historia, que instituciones como la FDTA, colegios profesionales y gremios universitarios, llenen el domingo 15 nuestra plaza de armas, para decirle al gobierno de la señora Boluarte, que Arequipa demanda la culminación del proyecto más importante de nuestra historia. (¡Bueno, ser iluso no es pecado, verdad?).