El rol de los medios de comunicación, es trascendental en año preelectoral; siendo así, nuestra contribución no debe ser un esfuerzo vano, habida cuenta, que el fortalecimiento democrático en el país, hoy, más que en cualquier otra época, es también, nuestra tarea, con la práctica de un periodismo independiente que se constituye, per se, en instrumento confiable, para la ciudadanía.
En estos tiempos en los que, testificamos día a día, una corrupción letal, sin fecha de caducidad - por el momento - enfrentamos también, una de las peores crisis políticas del Perú. Para evitar que prosiga, luego de las próximas elecciones, se debe atender los conocimientos de expertos académicos, especialistas en ciencias jurídicas, políticas, económicas y sociales, para orientar y distribuir información, sobre la base de la verdad, con el propósito de servir a la ciudadanía, a fin de que no se equivoque más.
La crisis política, puede desencadenar una nefasta crisis económica. El hecho que el señor Julio Velarde, presidente del Banco Central de Reserva del Perú, haga todo lo posible por salvaguardar la estabilidad financiera, preservar la estabilidad monetaria y controlar la inflación; cuyos resultados de esos esfuerzos, mantienen felizmente niveles macroeconómicos, relativamente estables, no significa que la población mayoritaria del país, haya mejorado en su economía, porque la informalidad laboral y la pobreza siguen.
Ello explica que “una golondrina no hace verano”. Y, es que la estabilidad económica que incluya desarrollo sostenible para todos, no solo depende del señor Julio Velarde, sino del Ejecutivo, con sus ministros, especialmente el de economía.
Por lo demás, tenemos una constitución mal remendada, por tantas reformas, que han hecho los congresistas, que obedecen a consignas de los dueños de partidos políticos que, ahora, ya no cogobiernan desde la sombra, sino abiertamente, en el afán de proteger sus intereses y abastecerse de argumentos legalistas, para su autodefensa; amén de la subrepticia pretensión- atrevida, pero usual- de seguir ocupando cargos; por ello, ya hacen cálculos, considerando: la bicameralidad, el financiamiento económico de sus partidos, etcétera.
Las elecciones del siguiente año, llegan con muchos partidos, hecho que hace difícil una correcta elección. Los militantes de algunas agrupaciones, ya empezaron sus campañas. Una forma muy conocida, es la de encender pasiones, desde ahora, expresando disconformidad y oposición radical con la gestión de autoridades a quienes antes apoyaron. Hoy, vociferan y reclaman derechos del “pueblo”. Así, arrancan, por anticipado, sus aspiraciones, sus sueños y, sus frustraciones.