Los alcaldes de Arequipa que viajaron a reunirse con la presidenta Dina Boluarte lograron su objetivo que era la declaratoria de emergencia en la provincia por inseguridad ciudadana. Las autoridades ediles aseguran que no habrá toque de queda ni ninguna acción que perjudique a las microempresas y empresas. Garantizaron que no afectarán la reactivación económica, sino quieren que la ciudad sea segura.
Aunque se oficializará la medida la próxima semana, ya se confirmó que los policías tendrán la autorización de ingresar a los domicilios sospechosos de resguardar a bandas criminales o delincuentes.
Sin embargo, los empresarios de todos los rubros, sobre todo turismo, están preocupados que se venda a Arequipa al mundo como una ciudad insegura y ello espante a las inversiones y turismo.
Mientras los emprendedores de centros comerciales de la ciudad amenazaron con salir en manifestaciones masivas para demostrar su rechazo al estado de emergencia que trae, según ellos, más retrasos y crisis económica.
Aunque estos últimos tienen fundamentos, esperemos que los alcaldes sepan evitar los riesgos. También es importante señalar que en una gran mayoría de casos, parte de la inseguridad es culpa de los policías, toman muy a la ligera las denuncias de los ciudadanos, los tratan de ‘bobos’ cuando van a presentar su queja de ser víctimas de la delincuencia. Un ejemplo se apreció cuando exhibieron miles de celulares robados, muchos ciudadanos reconocieron sus objetos, pero sin denuncia no podrán recuperar sus pertenencias, todos dicen que al denunciar los policías les pusieron trabas y desistieron del trámite.
En general, acudir a una comisaría es complicado, pocos prestan atención a la víctima. La primera investigación en el lugar de los hechos es contaminada. Cuando hay buena predisposición policial, lo que falla es la deficiente logística, en este punto esperemos que sea útil la existencia de la emergencia para potenciar a los policías y reducir la delincuencia.
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