Durante estos últimos días observamos como se juega con la justicia, primero anulado una ley que permitía capturar a los delincuentes y procesarlos mediante detenciones preventivas, el Congreso anulo esta ley para favorecer a sus intereses especialmente partidarios que están envueltos en problemas de corrupción, mientras la delincuencia avanza y miles de peruanos se suman como víctimas de sicariato y extorsión, luego se elabora un libreto de circo donde quieren reponer la ley que anularon, pero el ejecutivo no la revisa y deja pasar muchos días, para también favorecerse, luego la observa y la devuelven al Congreso.
El circo continúa y el Congreso dice se pone a mejorar la ley y pide la opinión de los abogados que defienden a procesados por corrupción para que den su opinión de como debe ser las leyes, ahí notamos la incapacidad de los legisladores, la inoperancia de los asesores y peor, el Poder Judicial no hace nada, pareciera que solo esperan lo que hace el Ejecutivo y el Legislativo y se continue paralizando al país, generando mayor avance de la violencia y la delincuencia.
La justicia se debe llevar con mucha responsabilidad, porque de ella depende la tranquilidad de la sociedad, no podemos esperar nada de los políticos que actúan como organización criminal y nos están llevando a un desorden, generando mayor división y dando paso a un terrorismo urbano que no solo asesina sino también ya están colocando explosivos en las instituciones, pareciera que regresa el fantasma del pasado cuando en la década del 80 aparece los terroristas y nuestro país se conduce al caos.
Cuando se dan estos hechos de juegos de leyes a cambio de favores, se convierte en una amenaza a la sociedad, entonces la injusticia se convierte en un echo que no deja tranquilos a nadie, genera violencia y falta de credibilidad en las autoridades, es necesario que se tengan personas con capacidad en el poder judicial para que se haga respetar las leyes y estas estén dirigidas con objetividad que permita dar a cada quien lo que le corresponde en el momento adecuado porque en las cárceles hay mucha gente que espera la justicia y dentro de ello muchos inocentes que fueron acusados sin tener pruebas, pero sin embargo somos testigos de juicios largos que duran años y al final no tienen un buen resultado, por ello la justicia debe ser práctica si hay pruebas no se necesita demorar años y si no hay simplemente la persona debe gozar de la libertad, es imprescindible también renovar la Fiscalía con personas capaces que sepan fundamentar sus denuncias para que procesados especialmente políticos no salgan a las calles y quieran tomar el poder para seguir haciendo daño a la sociedad.
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