Arequipa fue sorprendida por la ocurrencia de fuertes vientos en distritos. Además se presentaron precipitaciones que nos recordaron la primera parte del año cuando las lluvias nos ocultan al sol y refrescan a la Ciudad Blanca.
Sin embargo, más allá de lo anecdótico, resalta el hecho que este fenómeno climatológico ocurra en pleno mes de octubre. Según el Senamhi se debería a la aparición de la denominada DANA o depresión atmosférica sobre el océano Pacífico. Estos cambios en los valores de las temperaturas originan que aparezcan las precipitaciones.
En lo ambiental este tipo de noticias nos deben recordar lo cambiante que está el clima. Recordemos, por ejemplo, que el cambio climático es algo latente y ello nos conlleva a pensar en que estas alteraciones algo tienen que ver. Aunque no somos especialistas lo cierto es que tanta contaminación debe tener impacto en nuestro ecosistema y derivar en escenarios muy diferentes a los que apreciaron nuestros padres y abuelos.
A nivel social, bastaron unos cuantos vientos para generar alerta en los distritos. Estos fenómenos sirvieron a las autoridades para adoptar las medidas de emergencia y atender a los afectados. Esa capacidad de respuesta debe mantenerse. Recordemos que somos una región que puede estar expuesta a otros desastres y por ello se requieren acciones eficientes.
Que este episodio vivido el último jueves sirva como recordatorio de que las alertas deben mantenerse ante la naturaleza. Asimismo que nuestro entorno está cambiando por la contaminación y debemos estar pendientes de alteraciones que a la larga pueden afectar de manera más dañina al ecosistema. Está en nuestras manos evitar que ello suceda.
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